martes, 25 de noviembre de 2008
Con la que está cayendo...
viernes, 27 de junio de 2008
lunes, 23 de junio de 2008
los deberes de la izquierda
El mundo parece haber entrado en un periodo de convulsión.
La expansión global del capitalismo y del modo de vida occidental han coincidido con una situación similar a la de los albores del capitalismo: explosión demográfica, migración masiva a las ciudades (incluso entre los continentes), falta de alimentos por cosechas pésimas y especulación con los alimentos, encarecimiento de las fuentes de energía.
Los cambios de mentalidad e ideologías, por otra parte, nos descolocan y nos dejan sin asideros. La religión ha perdido su poder aglutinante en Occidente, pero en cambio en el Islam se ha transformado en una fuerza altamente destructiva. China, más pragmática, surge como una nueva potencia que pisa firme y sin complejos en el orden mundial.
Nunca hemos estado tan cerca de conseguir el bienestar para todos, y sin embargo, parece que la paz y la prosperidad se alejan de nosotros a pasos agigantados. Sísifo vuelve a perder su piedra, que rueda colina abajo. Otra vez el Narciso occidental se ahoga en el espejo de su complacencia.
Al parecer, Schlumpeter decía que el futuro del capitalismo era el socialismo. Al parecer, el capitalismo salió de las guerras mundiales convertido en otra cosa. Quisiera creer que esto es verdad, al fin y al cabo los años de la postguerra nos hicieron creer que era posible un pacto social en el que las masas populares pudieran acceder a algunos de los beneficios del progreso económico (sanidad, vacaciones, educación, pensiones, bienes de consumo…) sin ruptura de la sociedad. Pero no nos engañemos: los años de bienestar se basaban en una energía barata (petróleo, carbón, nuclear) y en unas materias primas que sólo Occidente podía y quería aprovechar. Los países pobres se conformaban con suministrarlas a los ricos. Incluso a arruinarse por su causa, con una deuda externa que sabe dios cuándo se acabará. Ya nada esto es así: miles de personas están entrando en el mundo del bienestar, y reclaman su parte del pastel. Todo sube, todo se compra, nada se queda quieto.
Bueno, sí: grandes masas de población sufren todavía hambre, deprivación, miseria, desigualdad. No es lógico que en Nigeria, campeón petrolero, se pase hambre. Ni que en Argentina haya miseria, siendo el granero de América. Nada de esto es justo, pero lo peor es que este sistema es capaz de seguir creando miseria en forma de exclusión económica y social en el primer mundo, donde nos creíamos a salvo.
En estas circunstancias, creo que toda la gente que busca una sociedad más justa y más fraterna (la izquierda por usar un término amplio), debe unirse, buscando formas y caminos para conseguir que el sufrimiento global ceda, y un día desaparezca en su forma actual. Supongo que debemos dejar de lado el fantasma revolucionario que heredamos de la Revolución Francesa (“llegará el día en que de pronto todo cambiará y lo hará para siempre”). Creo que será mejor trabajar en microutopías y miniproyectos, para poder evalular mejor, para no cometer los errores del pasado.
No hace falta decirlo, pero es preciso abandonar la cerrazón del pensamiento marxista y decir que aquí cabemos todos, hay sitio para todas las ideas que caminan en la misma dirección: un mundo en el que nadie muera antes de tiempo, en el que cada uno pueda llegar a su destino sin que otros le pongan la zancadilla. Un mundo cuyos frutos podamos distribuir y disfrutar entre todos, sin que la avaricia de unos o la ignorancia de otros lo alteren o destruyan sin remedio.
Podemos y debemos compartir un espacio con todos los que creen que el mercado y el dinero no lo son todo, y no resuelven todo porque su interés es el beneficio personal, no el colectivo. Porque en la vida hay más cosas que el consumir sin más horizonte.
Creo por eso que la izquierda así definida como mínimo común debiera emprender una confluencia en torno a algunos puntos que requieren respuestas:
- El acceso universal a una dieta suficiente.
- El acceso universal a una atención médica suficiente.
- Vivir en paz.
- Educación suficiente y extendida hasta aprovechar la capacidad de cada uno.
- Vivienda digna.
- Protección del medio ambiente
En entregas posteriores haré algunas consideraciones sobre aspectos concretos que se debieran abordar.
Ojo a la coherencia: digo que apuesto por las microutopías y empiezo por la paz universal. Vamos bien.
martes, 17 de junio de 2008
lunes, 16 de junio de 2008
Más precios, más muerte
- En los países del África Subsahariana el 75% de la población es campesina.
- Produce menos de la mitad del cereal que necesita.
- No produce cereal porque no tienen medios técnicos (o sea, tractores, arados y cosechadoras, pesticidas, plaguicidas, abonos).
- Porque en vez de cultivar productos de consumo producen para la exportacion a países ricos, a saber en el caso de Etiopía: café y rosas, por las que no les pagan cuatro gordas, aun cuando el precio del café se acerca al del petróleo (esa es otra).
Si después de leer esto uno no se vuelve loco de rabia, o de impotencia como don Quijote, es que la locura está ahí para protegernos. Si esto no demuestra que el orden mundial es injusto, arcaico, anacrónico y finalmente criminal, no sé qué más hay para decir.
Añado que el ciclo maligno de corrupción, guerras y estallido demográfico hacen que el presente de estos países sea negro, pero el futuro probablemente peor. En el Africa subsahariana el VIH tiene características de plaga bíblica, y no parece que nadie le ponga freno, igual que a la natalidad desbocada, igual que a las guerras absurdas.
Recientemente leí, también en la Vanguardia, un analista inglés que proponía enviar soldadosa África, no ayuda humanitaria. Más policía contra los delincuentes, menos caridad con las víctimas. Empiezo a pensar que tenía razón. Ahora bien ¿quién es el primero en alistarse?
Cuando de nada sirve rezar, caminante no hay camino....
viernes, 6 de junio de 2008
Sigue el desconcierto, sigue el hambre
Y los del primer mundo necesitan un sector agrícola que no les haga depender en exclusiva del extranjero para su alimentación, para que el campo no se despueble, para que alguien cuide la naturaleza. En especial la Unión Europea, que va con cara de no haber roto un plato. De los norteamericanos nada se puede esperar.
¿Cómo solucionarlo? El primer mundo debe transferir tecnología, pero sobre todo abrir los mercados, algo que obliga a hacer a los pobres cuando se trata de bienes manufacturados y servicios. Debe obligar a que los beneficios se reinviertan allí en vez de atesorarlos en cuentas opacas en paraísos fiscales, debe poner fin a tanta hipocresía de mercado libre que no es tal y nadie quiere. Debe pensar qué hacer con su sector agrícola, con su ganadería intensiva. Invertir el dinero de los subsidios de modo que no rompa la espalda de los pobres.
Debe poner en marcha un orden mundial más justo en el que nadie juegue con la vida de la gente, en el que la comida deje de ser la inversión especulativa de unos pocos para ser lo que es. Buscar un modo de vida que no prive de recursos a la gran mayoría de la humanidad.
No soy economista, no sé gran cosa de esto. Pero todos sabemos que esto no puede seguir así. Basta ya.
jueves, 5 de junio de 2008
Deserted villages
Last weekend we went hiking with some other families in one of Spain’s remotest areas: Liébana. The Liébana Shire is made up of a series of narrow valleys, formed by steep mountains and crossed by small rivers that now flourish only in the rain periods.
In the 20th century, particularly after Spanish civil war, mass migration emtpied these villages. It is sad - but wholy understandable - to see that in the era of economic boost (the 60’s and 70’s) people realized that life there was too hard, and abandoned their homes for an easier way of life in town, where winters are milder, life less monotonous, and earning a life much easier.
Only when Spain joined the European Union did these famers gain an opportunity to stay at home: subsidies allowed them to go on farming, mainly cows, but also some goats and sheep. Frison cows (your usual black and white, milk cows) cannot live here, the pastures are too steep and they get sick at the legs. Swiss cows are much happier, and have thus supplanted the native cattle races.
We visited one of such villages where nature is claiming its share, and only cows graze. A shepherd told us that last inhabitant was a lonely, drunken man, and finally killed himself.
Just now the prices of agricultural products are rocketing sky high. Just now the EU is talking of finishing farming subsidies. When Europe needs larger milk production. You can bet that nobody will profit from that measures: the budgetary savings will not translate into other gains, and the so called free market will not give these people the opportunity they deserve. Let us hope that politicians recover good sense and put people’s needs before market needs, ear marked by shameless financial speculators.
Liebana, a land to go back. Unexplored Spain.
miércoles, 4 de junio de 2008
De nuevo, el hambre: a ver qué hacemos
martes, 20 de mayo de 2008
Cerezos en primavera
miércoles, 30 de abril de 2008
Para eso están los vínculos, hombre
En fin, la noticia era sobre la carestía de arroz, la amenaza del hambre y las medidas que proponía Tailandia para combatirla.
En fin, para eso está el vínculo: lo creas y santas pascuas.
Pues no....
Se veía venir: ahora toca pasar hambre.
Puedo pensar mal, pero si uno gana más cuanto más alto está el precio de la comida, y uno tiene capacidad de influir sobre los mercados a través de empresas de las que es accionista, etc. etc. sólo es cuestión de tiempo que los precios suban.
El resto, son campañas para engañarnos e intoxicar la opinión pública. Puedo tragarme el impacto del precio del petróleo sobre los alimentos. Puedo tragarme otros factores a tener en cuenta, como el aumento de la población mundial, el aumento del consumo de piensos para carne, la sequía de Australia, los biocombustibles… Pero lo que no explican es el impacto de esos factores sobre el producto final:
- ¿cuánto del precio del cereal corresponde al petróleo? Me refiero al coste real, no lo que dicen algunos agricultores, que si les suben el gasoil un 10% quieren subir el precio del trigo un 10%, a pelo.
- ¿cuánto ha aumentado la demanda de consumo humano? Porque la población no ha aumentado un 150%.
- ¿cuánto ha aumentado la demanda de pienso?
- Si en Europa (y en Brasil y Rusia y los EE.UU) hay muchas tierras en barbecho, en Europa subvencionado, por cierto, porque al menos Europa tiene excedentes agrícolas, ¿por qué no se han puesto a producir en 2006, dado que la subida viene de lejos? ¿Por qué no se hace lo mismo con otros terrenos que se cultivan en Europa con tabaco, algodón, lino u otras cosas, más que nada por la subvención?
Puedo pensar mal y acertar que lo que hay de fondo son movimientos especulativos de grupos de inversión transnacionales. Nos estafaron con las empresas de alta tecnología ¿quién se acuerda de la burbuja tecnológica y de la estafa de terra.es?, luego se han hecho millonarios con el petardo inmobiliario, y cuando les falla, cuando la crisis del petróleo está a las puertas, aprovechan para dejar sin comer a una gran mayoría mundial. El precio del trigo ha subido un 10% como mínimo, pero el del arroz un ¡150 %!. Cuando hace pocos años el arroz subvencionado de los EE.UU arruinó a miles de productores de Haití, puesto que era más barato comprarlo en Texas que plantarlo en Haití.
Para variar, el Primer Mundo seguirá como si tal cosa (bueno, no, con las masas un poco más estrujadas, para que trabajen con más miedo al futuro), pero en el último mundo la gente lo va a pasar muy mal, porque no puede comprar comida. Eso es lo que dice el informe de las Naciones Unidas.Total, que Tailandia ha propuesto una organización de países productores de arroz para manejar la producción y que no se mueran de hambre sus habitantes.
Ahora bien, me gustaría ver a los “liberales” que tanto cacarean del mercado libre lo que dicen. A qué empresas señalan con el dedo. Porque es muy fácil meterse con el sector público y venderles a los amigos las operadoras de teléfono, los hospitales, las universidades, el agua corriente. Pero no son tan valientes ni tan liberales cuando se trata de señalar con el dedo cuando estos movimientos empresariales dejan a la gente en la calle.
Le llamo especulación. En algunos casos, estafa o robo. En otros, acaba con asesinato.
sábado, 19 de abril de 2008
Sprained ankle, medical care? The lies of so called “neoliberals”
Everybody practising martial arts must belong to a Sprots Federation, so I visited the private hospital that supplies medical care to people practising sports, because the membership fee includes a medical insurance.
Well, the medical care was as bad (or even worse), or as good as in the Government hospital where I work, where I was cured of another sprained ankle.
Well, things were even worse: the Federation had let the medical insurance contract die, and renewed the contract for year 2008. So I had to pay the medical attention from my own pocket. Even worse, I had to seek a paramedical service to get rehabilitation care for my lesion. I could have been attended by my family doctor, but it I didn’t want a chalk immobilisation and besides, it didn’t seem fair.
This made me think of all those who don’t have the privilege of medical coverage, and even more, whose country doesn’t provide them with the means of medical coverage when they cannot afford one.
Developing countries do not have a national health service, or their health system is crumbling due to corruption, poverty and war.
Some modern giants like China and India are struggling to put a health system in place. In fact, you can find very good hospitals in China, provided you can pay American fees.
The case of the USA, that paradigm of market economy is even more worrisome. In the country that leads the world by the nose, about 40 million people still lack medical coverage. Even worse, the USA has the largest medical budget in history (about 13% of their GNP)! The Reagan and Bush reforms undermined what passed for a social security system, and now even paediatric care and vaccines are under threat. Professor Oleander, in the New England Journal of Medicine gives enough data to make one worry about all those people who “don’t want medical insurance”, as market Taliban say.
Well, our problem is that those market-driven fanatics are here to stay, and through the COPE (the news chain belonging to the Catholic Church) make all their within their power to undermine the people’s confidence in the Spanish universal care health system. And the Spanish right wing party (PP, Partido Popular) has assumed that agenda, undermining regional health systems with undercover or public privatising of medical care.
#1 Lie:
- Private practice gives better care than public services.
#2 Lie:
- Private practice is more efficient that public services.
#3 Lie:
- In a market - driven system, the poor are taken care of by charity and relief services.
All those are rotten lies, as you can see. Why? Because none of them have been proven by objective data, are only slogans that more often than not have been proven false, as Profesor Oleander’s paper shows.
Why the Catholic Church should support people who openly support free organ trade, free drug marketing directly to potential patients, and so on, escapes me.
Why Catholic Church should like to undermine our social gains is beyond my comprehension.
Why a politician could like to do away with something (our health care system) that has been proven satisfactory, is a mistery to me.
I wish our public, egalitarian, free, universal health care system a very good healt and a long life.
I will not toast, alcohol is not very good at this moment.
lunes, 17 de marzo de 2008
New job, sprained ankle
Más agobio post analisis
domingo, 16 de marzo de 2008
Victoria del PSOE: libres del miedo, suspiro de alivio
jueves, 6 de marzo de 2008
Viva Zapatero
lunes, 14 de enero de 2008
Largo y cálido verano
Maldita navidad
Todo eso ha acabado sustituido por unas fiestas que no se sabe muy bien para qué son. La fiesta deja de serlo (tanto) cuando se olvida el motivo. Sólo queda el día de asueto, y para muchos jóvenes, la juerga culminada por una borrachera o peor. Las tasas de suicidios suben, las broncas familiares, aumentan, porque nos juntamos a festejar con gente a la que no queremos ni ver, y encima por obligación.
No es para menos: los comercios nos atosigan con su propaganda, con sus ofertas de una felicidad que sólo es para ellos. El calendario lo controla “El Corte Inglés”. Nos dice cuándo es primavera, cuándo San Valentín, cuándo las rebajas.
Ante todo esto, lo lógico es que una persona agnóstica, o simplemente cuerda, se mosquee, y mande la navidad a freír puñetas. O, si está un poco falta de algo (salud, dinero, compañía, felicidad) se deprima y hasta se suicide.
Sin embargo, ha caído en mis manos un libro de Leonardo Boff, nada sospechoso de cursilería, que nos anima a celebrar la navidad. Ojo: no a hacer dispendios, a gastarnos millonadas en comidas y regalos que en cuatro días pasarán al olvido, sino a hacer memoria, a “celebrar seriamente.”
Hagamos memoria:
- Celebremos un Dios que se hace hombre, que deja su omnipotencia (o la omnipotencia que se le atribuye) para hacerse niño, y niño pobre e indefenso.
- Que empieza su vida desplazado con su famlia por la orden de un emperador extranjero, que quiere poner orden e impuestos en su imperio.
- Que nace en un pesebre, con ganado, suciedad, basura, que le ponen en un pesebre por toda cuna. ¿y los riesgos de infección puerperal para la madre? ¿y la higiene? ¿y si el parto llega a venir mal? No debió de ser gozoso aquello, no.
- Que de nuevo tiene que exiliarse por la amenaza de la matanza de Herodes.
- Que es visitado en primer lugar por unos pastores que andaban al raso…
Si, Jesús es un ejemplo de toda la humanidad que sufre, que ese día no sabe nada de buena vida, de celebración, de alegría. De todos aquellos que no tienen nada que celebrar, ni en navidad ni en ningún día.
Celebremos, pues, seriamente, a ese niño, a ese Dios débil, contradictorio, insatisfactorio, profundamente humano. Y que esa celebración nos mueva a transformarnos un poco. Seguro que entonces celebramos la Navidad con mayúsculas, con seriedad y sobre todo, con alegría auténtica.