lunes, 14 de enero de 2008

Largo y cálido verano

No voy a escribir sobre el verano, sino sobre esta legislatura que se acaba. Si alguien lee este diario, sabe que no soy dado a los exabruptos y menos aún a las exageraciones. Pero se acaba la legislatura, se acaba un periodo y forzosamente se abre uno nuevo. Gane el que gane.

Han sido años muy malos. Años de acoso, de tensión, de malas palabras y peores gestos.

El gobierno socialista, o para simplificar, Zapatero, no ha tenido ni los 100 días de cortesía parlamentaria y mediática, para ver cómo se organziaba y empezaba a funcionar. Y no los tuvo porque previamente había mucha gente trabajando contra él, antes de las elecciones.

Han sido constantes los ataques de la Iglesia, incluso antes de formarse el gobierno, los ataques de su "medio de comunicación" (o debiéramos llamarlo de desinformación), los ataques de la prensa amarilla de derechas (El Mundo, La Razón) y no amarillo pálido (ABC), sus editoriales, y demás.

La escandalera ha sido de órdago, pero lo malo no ha sido la escandalera: ha sido la falta de juego limpio, de higiene democrática, la incontinencia verbal de políticos, curas y llamados periodistas o comentaristas de radio. Han hecho de la política y de la información un vertedero, un juego al servicio de intereses espúreos.

Y no añado más. No tengo ganas de obstruir este diario con referencias a gente que no se la merece.

Frente a ello, el gobierno ha hecho su trabajo con numerosos altibajos, y lo que es peor, con una política de información nefasta, con claras faltas de reflejos, cuando no de decisión. Esto lo tendrá que corregir en el próximo gobierno, no sólo para poder perpetuarse en el poder, sino para que los ciudadanos tengan presente que el gobierno hace su trabajo, que en la política no todo vale, que hay gente que trabaja, que lucha, que se preocupa por los intereses de todos.
No es lo mismo unos que otros. Incluso en el lado de "los buenos", no es lo mismo un buen protavoz, alguien con soltura, labia, arranque, que gente muy educada pero que no transmite ni comunica. Nos lo merecemos, si salimos de ésta.

No hay comentarios: