miércoles, 4 de junio de 2008

De nuevo, el hambre: a ver qué hacemos

De nuevo aparece el fantasma del hambre en el mundo. Ahora en forma de hambruna universal. No es que no hubiera hambre, es que hasta ahora (los años tras la posguerra mundial) amenazaba a unos pocos o unos muchos, pero se libraba el mundo occidental.
Ahora ya no. En la era de la globalización, con los nuevos gigantes demográficos llenando por fin sus despensas, el ¿hambre? vuelve a aparecer en forma de subidas de precios espectaculares, y como siempre, las pagan los que menos pueden pagar.
Ya he escrito algún comentario hace semanas: no acabo de entender por qué el precio de un producto de primera necesidad puede subir un 120% de un año para otro, cuando previamente los productores no recibían medio euro por tonelada. Francamente, no lo entiendo. Cómo puede ser que países exportadores de alimentos los pasen mal, y que lo que antes era un "excedente de producción" pase a ser tan caro como la gasolina. Yo creo que hay especulación, y mucha.
Como no nos pueden robar de otra forma, nos roban así.
A todo esto, el director del Banco Mundial hace un llamado de socorro para que se proporcionen ayudas a los países pobres, donde la mayoría de la población vive de la agricultura y por debajo del umbral de la pobreza. Países como la India, Uganda o Kenia, donde la agricultura en muchos casos sigue en el neolítico.
Pero pensemos ¿seguirá la presión de los biocombustibes? ¿seguirá la presión demográfica incontrolada, con países como Iran, Pakistan o Malasia con el 35% o mas de su inmensa población por debajo de los 25 años?
Si no hay una autoridad que ponga orden, que regule los movimientos especulativos, que dirija las ayudas, echaremos un parche, pero vendrá lo mismo en 10 años. Dicen que los precios crecerán hasta 2013. Veremos, pero yo lo veo negro si no hay gobernantes con coraje para parar esta infamia. ¿lo tendrá Obama?

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