viernes, 29 de enero de 2010

hace falta morro

Hace falta morro para ser banquero hoy día. Los tipos que han participado en esta movida de la crisis, que aconsejaban mantener una postura "sobreponderadora" en la compra de acciones, que se preocupaban por la poca energía del consumo familiar, los que negaban cualquier necesidad de regulación, van y se niegan a cualquier regulación, tras crear un petardo de características globales.
Hace falta morro y ser jeta.
Yo creo que la cosa habla por sí misma, pero bueno, se sigue sufriendo en Haití, país pobre donde los haya, superpoblado, encerrado, nudo de narcotráfico, ese narcotráfico que luego blanquea su dienero en cuentas opacas y paraísos fiscales que nadie quiere tocar.
Vergüenza.

jueves, 14 de enero de 2010

¿low tech / high tech?










Subo unas fotos de mi material para el afeitado: frente a una cosa simple, como es la barra de jabón (con dos piezas plásticas y un papelito plateado), tengo un objeto complejo de tecnología extraordinaria (el gel en aerosol). Yo no he notado ninguna diferencia en mi barba desde que me afeito con barra de jabón. Además, es más barata, y dura lo mismo. Y abulta también lo mismo, porque necesito brocha.

Pero ¿y los daños colaterales? El bote de gel precisa metal, un gas propulsor - causante del agujero de ozono que tardará 50 años en cerrarse - plástico, abulta... frente a la humilde barra, que ocupa menos lugar y por tanto gasta menos en la fabricación, transporte, almacenaje, reciclado, etc... ¿cuántos kilos de alumnio puedo gastar en mi vida si me afeito con gel?

Esta barra viene con soporte plástico. Ahora me he cambiado a una que está envuelta en papel, en un cuenco de madera que no se tira. No es un gran logro (evidentemente, lo que menos daña al medio ambiente es la barba) pero de momento no me veo con ella.
Otros días añadiré cosas que creo que nos venden para hacer la vida "más fácil", a precio de gastar más y sin cambios evidentes.

lunes, 11 de enero de 2010

Deseos y propósitos para el año que empieza: exige dignidad, con Amnistía internacional

Amnistía internacional continúa con la campaña "Exige dignidad", en la que lucha por hacer visible la importancia de conseguir unas condiciones de vida dignas como parte fundamental del ejercicio de los Derechos Humanos. Por este motivo, Eduardo Galeano ha escrito este ¿manifiesto? para el año 2010, y me imgaino que para los que vengan. No está mal leerlo y aplicárnoslo cada uno.
Más allá del Horizonte

Celebro que Amnistía Internacional esté ampliando y profundizando su lucha por la plenitud de los derechos humanos.

Ojalá que esto nos ayude a que nunca más se acepte la pobreza como si fuera costumbre, porque la pobreza es una maldición que mata callando, sin bombas que estallen ni balazos que aturdan,

Y que el desarrollo económico se deje de desarrollar la en un mundo que ya padece millones de hambrientos,

Y que este mundo ya no sea un barco que viaja con más náufragos que navegantes,

Y que los países pobres dejen de obedecer las órdenes del mercado mundial, y que sus inmenos cultivos de exportación no sigan convirtiendo a los campesinos y a los pescadores en mendigos,

Y que nos dejemos de confundir el progreso con el exterminio de la tierra, el agua y el aire, que expulsa a los pobres y los condena a ser vagabundos sin patria,

Y que este mundo enamorado de la muerte destine a la dignidad humana los miles de millones de dólares cada día destinados a la industria militar, que es el nombre artístico de la industria del crimen,

Y que nos dejemos de preocuparnos tanto por dar de comer a los autos y empecemos a dar de comer a las personas,

Y que empecemos a entender que los quince niños que cada minuto mueren de hambre o enfermedad curable no mueren de muerte natural, sino que son asesinados,

Y que empecemos a entender que el asesino es el sistema que se dedica a matar hambrientos en lugar de matar el hambre, porque está en guerra contra los pobres y no contra la pobreza,

Y que la riqueza se deje de comer pobreza, como si fuera la cosa más natural del mundo, porque ¿qué sería de la riqueza sin brazos baratos para trabajar y sin países baratos que comprar?

Y que nos dejemos de aceptar que los pobres vayan presos por ser pobres, como si fuera la cosa más natural del mundo, porque si no fueran pobres, robando se convertirían en prósperos banqueros y matando llegarían a ser condecorados generales,

Y que los países más poderosos del mundo, cuyo bienestar proviene en gran medida de la humillación de los demás, se dejen de tomarnos el pelo,

Y que se dejen de mentir los numeritos de las estadísticas,

Y que dejen de firmar compromisos que jamás cumplirán prometiendo reducir la pobreza, mejorar la salud, salvar el ambiente, proteger los derechos humanos y salvar la paz universal,

Y que sus actos ya no confirmen el viejo proverbio francés que dice que la hipocresía es el impuesto que el vicio paga a la virtud.

Y que al menos sean un poquito menos hipócritas, ya que no saben ser más justos.

Eduardo Galeano.

Elogio de la oveja


Elogio de la oveja

Cuando llega la Navidad, las calles y las casas de los países mediterráneos (sobre todo de Italia, España y Portugal) se llenan de Belenes, que representan el nacimiento de Jesús junto con la adoración de los pastores y los Reyes Magos. Las mesas de las casas se convierten en diminutos paisajes en las que las ovejas cobran un papel principal. No en vano, los pastores fueron los primeros en enterarse, como dice en villancico. No es broma lo del pastoreo de ovejas. Para los pueblos pastores del Asia Menor y del Oriente Próximo, por todo el Mediterráneo, la oveja es símbolo de prosperidad y riqueza. De su lana nació la potencia industrial la Gran Bretaña, y España le debe su deforestación y la conquista de América. La existencia de grandes extensiones motivó que primero los EEUU y luego Australia se convirtieran en productores mundiales de lana.



No obstante, la oveja nunca ha sido un animal con prestigio: como sucede con los que no se dan importancia, aunque la tengan, la oveja siempre permanece en un segundo plano. Cuando se trata de elegir al rey de los animales, ahí va: el león, un vago de pinta estrafalaria que ni siquiera puede comer si las leonas no cazan para él. Por no hablar de los escudos heráldicos: siempre leones, águilas (reales, por supuesto), leopardos, lobos, unicornios, leopardos, galgos, y hasta ciervos y pelícanos. La humilde oveja parece que no quiere meterse en esos berenjenales de alta alcurnia y representación internacional. Bueno, aparecía en el escudo de Vizcaya, matada por los lobos, pero luego quitaron a ambos.



Sin embargo, merece la pena pararse a pensar un poco en ella: nos da lana, con la que se pueden hacer tanto ropa de abrigo como bellísimas y casi eternas alfombras persas; nos da una leche de la que se obtiene el mejor queso del mundo, pasando por la cuajada; nos regala la carne de los lechazos; e incluso el pergamino que conservó la cultura occidental durante los siglos de penumbra del medioevo.
Para nuestro mundo, con su orgullo postmoderno, la oveja queda reducida a su borreguez, como animal cateto y sin personalidad, que va y hace lo que el resto del rebaño. Y no vemos que quizás nuestra mentalidad presuntuosa sea el origen de algunos de los males que nos corroen: el olvidar que somos una comunidad humana; que la salvación como especie, como países o familias sólo se puede conseguir si pensamos en la salvación de todo el rebaño. Aceptando que quizás sea más importante no ser tan gallito, no tener tanta labia y personalidad, sino en mostrar la valía individual mediante la productividad social, la paciencia histórica, la no violencia activa en las relaciones humanas.



Las ovejas, por todo lo borregas que sean, ya existían antes del pastoreo, y no se extinguieron tras las glaciaciones, cosa que sí les sucedió a especies mucho mejor armadas, como los tigres dientes de sable. Las ovejas saben cuidarse solas, pero no agreden a nadie, son pacíficas, incluso hasta resultar tontorronas. Se dice que “reunión de pastores, oveja muerta”; pero no se puede decir “reunión de ovejas, pastor muerto”. Y a este hecho no le damos importancia, cuando a otros animales domésticos con más estatus (vacas, cerdos, incluso a los perros) hay que tenerles cierto respeto, precaución y hasta miedo.



No, no se puede decir que este animal sabio sea un animal sin trascendencia. En la Biblia, son numerosas las prescripciones que hablan de sacrificios de ovejas para Dios. Pastor de ovejas era el rey David, quien mató al gigante Goliat con su honda de pastor. Pero sobre todo, Jesús elige para sí mismo la imagen del cordero, el que no se defiende a dentelladas o cornadas, sino que lo llevan al matadero sin que se resista. Es más, también se presenta como un Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas, porque las ama, las conoce por su nombre, como ellas le conocen a él y le siguen. Quizás en realidad sean tan buenas, tan bellas, que merezca la pena arriesgar un poco nuestra vida por la suya. Quizás lo mejor sea, al menos, intentar parecerse a ellas, para también poder ser Buen Pastor.