lunes, 29 de octubre de 2007

Patriotismo racial - a rebufo del 12 de Octubre

Inclitas razas hubérrimas,
sangre de Hispania fecunda,
espíritus fraternos, luminosas almas,
¡Salve!
Porque llegó el día de cantar nuevos himnos, lenguas de la gloria...
(Rubén Darío)

Bueno, por fin ha pasado el 12 de Octubre, día de la Hispanidad en España y día de la Raza en Hispanoamérica. Verguenza me da el pensar en la exaltación del patriotismo rancio que planteó el PP, con las banderas, los gritos y el "orgullo" de ser español. En fin, a mí todo eso me suena bastante antiguo, y sobre todo anacrónico en una Europa Unida y un mundo globalizado. Tampoco me gusta nada que mi partido, el PSOE, no haya podido resistirse a tamaña exhibición de gallardía. Los socialistas siempre hemos sido internacionalistas, es decir, que imporaban más las personas y su situación social que el país en el que vivieran. Somos así, qué le vamos a hacer. Esto no gustaba a mucha gente, y se empleó como cuña para echar abajo el socialismo.
Otro gallo nos cantaría si hubiéramos hecho un socialismo "nacional" (oooops....), como proponía George Orwell en "The Lion and the Unicorn". Pero la cosa no es así, y probablemente no pueda ser. Lo nuestro, lo de cualquier político honrado, es hacer un país del que uno pueda enorgullecerse, no enorgullecerse de lo que ha sido. La grandeza debiera permitir acoger, no rechazar o segregar. Que cada país se mire a ver lo grande que es por fuera y por dentro.
Porque veamos, de qué nos podemos enorgullecer en España con cierta objetividad ¿de tener la democracia más joven de Europa? ¿de haber aguantado dictaduras y regímenes de pucherazo como la Restauración? ¿de la Inquisición? Algo de ese orgullo, puede achacarse a algo positivo de los últimos 100 años? Seamos serios. La democracia es algo que no gustaba a todos los que estaban con Franco, hace 30 años. Y ahora es lo que reivindican. A ver si ahora la inventaron ellos.
No confundamos el patriotismo constitucional (término alemán, para referirse a la idea de orgullo por una constitución tolerante y humanista como la Alemana) con la idea de Ansar de darle a la gente con el libro en la cabeza, impreso en papel cuche, folio y encuadernación en cuero repujado. O sea.
Siguiendo la idea, cuando el miserable se queda sin argumentos, le queda envolverse con la bandera, que es lo que hizo Aznar en la segunda mitad del aznarato. Ahora el PP, a falta de mejores argumentos, sigue con la unidad de España, las amenzas y cosas por el estilo. El hecho de que España se obstine en no romperse, a pesar de las continuas proclamas de la prensa amarilla tampoco parece afectarles. No hay peor sordo...Porque esa es otra: si el PP no hubiera gobernado con apoyo del PNV (1ª investidura de Ansar) o hubiera apoyado a Pujol (último mandato) o se hubiera ofrecido para pactar con CiU hace poco, habría motivos para creerles algo más. Pero ya se sabe cómo son las cosas. Ojo al dato: no quiere decir esto que los nacionalistas vascos no estén obstinados en construir un país a su imagen y semejanza. Pero tampoco es que se hiciera nada práctico en contra. Vamos, que a otro perro con ese hueso.
Siguiendo con el tema de la Hispanidad, se ha publicado la Declaración universal de derechos de los pueblos indígenas. Han tardado veinte años, y se han opuesto países como Canadá y Rusia, con minorías indígenas que ocupan terrenos (vamos, que les niegan la posesión) donde existen numerosos recursos naturales. Vamos, que quien tiene pueblos "primitivos" en su territorio, no le gusta un pelo eso de que las culturas no eurocéntricas / cristianas tengan algo que decir sobre su territorio y su forma de vida. Ya me gustaría ver lo que han ganado los pueblos "primitivos" con la colonización occidental. Las proclamas de hermandad, de crecimiento conjunto, y otras mandangas lo que ocultan es una situación que mucho benefició a Occidente, y nada a los aborígenes.
¿la lengua? ¿La inclusión en países que ni les iban ni les venían? Eso difícilmente lo podrán evaluar todos los muertos de las guerras coloniales, los muertos en vida en las minas del Congo o demás. Por fin, los indígenas podrán apelar a algún derecho que les reconozca como personas, aunque su cultura no tenga papeles de propiedad o de identidad.
Hace falta morro para proclamar la hermandad con nuestros países ex coloniales y amigos (o sea, sudacas y moros) y luego poner una ley de Inmigración grotesca y xenófoba, que en la práctica prohibe que vengan a España. La regularización del ministro Caldera, con todos sus defectos, no es más que un acto de justicia... al que luego se han sumado en sus países Bush (11 millones de mexicanos) o Sarkozy. Pero eso sí, venga a protestar contra gente que sólo quiere vivir a su modo, algo que no puede hacer en su país por culpa de Occidente.
En fin, la Declaración es una pequeña luz
¨
Ínclitas razas ubérrimas...

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