El partido de los chorizos

Pedreira no hará público el sumario del 'caso Gürtel' hasta mañana · ELPAÍS.com
Lamentablemente, este es el apelativo por el que tuvo que responder el PSOE durante los años 90, ante la cascada de casos probados - y por los improbados, como el caso Expo o Demetrio Madrid - de corrupción política. Finalmente, le llevaron a perder las elecciones y el poder en la mayoría de autonomías y municipios, algo de lo que todavía no se ha recuperado. Yo creo que la izquierda - en general - sí es más honrada en el gobierno. Pero tristemente, ya no se puede poner la mano en el fuego por nadie.
Me duele que el PSOE -al que pertenezco-, con una militancia honrada, políticos de talla e incluso buenos gestores, haya tenido que pasar por eso. Y lo peor, es que era verdad, y el castigo merecido.
Ahora bien, el PP, que tanta tajada sacó de aquello, ahora se enfrenta a su particular plaga de corruptos. No es sólo el caso Fabra, o Torrevieja, que claman al cielo, sino una cosa que puede ser mucho más honda, como se ve en el caso de Matas: un ex ministro, ex presidente autonómico, metido hasta las trancas. Entonces, chillaban. Ahora, callan. Por lo visto, les va bien, porque no pierden un sólo voto, en todo caso, los suben.
Esto no es bueno para nadie, es malo para la democracia, la corrompe y anula, porque sirve para que unos sinvergüenzas se lleven el gato al agua (no es coña, je, je...) La corrupción de cualquier tipo pone de manifiesto la bajeza moral del que la practica, pero también de todas las instituciones y quienes las ocupan, que son incapaces de enterarse de estos manejos, o de ponerles coto. Lamentable, pero este es el país que tenenemos.