lunes, 5 de abril de 2010

La Eurocámara exige una acción más enérgica contra los paraísos fiscales · ELPAÍS.com

La Eurocámara exige una acción más enérgica contra los paraísos fiscales · ELPAÍS.com
Una de las vergüenzas de nuestro tiempo es la existencia de paraísos fiscales, esos lugares situados en el primer mundo (Caimán, islas del Canal, Gibraltar, Andorra, Suiza, Delaware, Israel, Luxemburgo, Liechtestein...) que drenan recursos del mundo entero, en particular de dictadores de países empobrecidos, mafiosos, listillos financieros y sinvergüenzas de todo pelaje.
Son lugares que permiten al rico ser distinto del resto de los mortales: en su país es pobre, no tiene dinero, no tiene ni calderilla porque todo lo tiene en cuentas opacas en esos lugares. Es decir, que los impuestos sobre el patrimonio, las fortunas y demás a ellos no les afecta, sólo pueden ser ricos, y que se hunda el mundo. No es que por los impuestos se vayan a empobrecer, que esa es otra. Simplemente, no quieren pagar nada.
Tras la crisis financiera, se han vuelto a alzar voces autorizadas contra estos lupanares del dinero. Lo llevan claro, porque hasta gobiernos nominalmente de izquierdas como los laboristas ingleses se oponen a las reformas a fondo del sistema financiero. La tasa Tobin sobre el trasiego de capital internacional sería un pequeño remedio, pero hasta a eso se niegan.
Por suerte, hay gente en el Europarlamento que sigue dando la brasa con el tema. Uno llega a pensar ¿lo harán de boca para fuera? ¿o será un ejercicio de cinismo?
En cualquier caso, hemos de seguir dando la brasa. Por ejemplo, ¿le has preguntado a tu banquero si te proporciona cuentas fuera de España?
Si la respuesta es sí, debieras pensar cambiar de banco, porque claramente tú no eres un industrial que piensa exportar, y probablemente todo sea para defraudar. Y ellos contentos de ayudarte.
Más leña.

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