martes, 18 de septiembre de 2007

Dientes


Ha levantado bastante polvareda la propuesta del Ministro de Sanidad para financiar desde la Seguridad Social la atención dental a los menores de edad. La discusión no se centra, al parecer, en si esta medida es buena o no, que nadie lo puede discutir, sino en la capacidad del país para financiarla.


Veamos: en otros países europeos, esta medida existe ya. Siempre veíamos con envidia a países en los que los ciudadanos recibían desde niños un cuidado dental aceptable. España era el país de los cariados, desdentados y las dentaduras postizas. O de los dientazos. Poco a poco, desde la transición, las autoridades sanitarias autonómicas han puesto en marcha tímidos programas de salud dental, con más pena que gloria. Ya va siendo hora de que tengamos una salud dental con la misma categoría que para el resto de órganos. Parecido a lo que sucedía con la salud mental.


Al PP, para variar esto le parece un disparate porque no se puede financiar. Como le parece un disparate la legislación antitabaco, o la legislación para moderar el consumo de alcohol, que sí que ahorran dinero por la vía de la prevención. Todo sea por oponerse, o por ponerse a bien con los grupos de presión de sus caladeros electorales, los vinateros de Castilla y de la Rioja.


En otros países, esto sería objeto de un debate y consenso. En España está visto que no tenemos esa suerte. Por lo visto, tener un superavit fiscal debe servir para todo menos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La cosa habla por sí sola.

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